domingo, 27 de enero de 2013

HELECHOS



“Sus ojos de helecho...” Nadja

                                A. Breton



Allá en la saucera

Tiznan labios de arropía.

En el serrín del invierno

Mojados yacen los helechos.


              
                   Del libro "Extensa clepsidra"

domingo, 13 de enero de 2013

Reencuentro


Archivo:Viaducto ensanche.jpg


                                   (A María P , beldad de sierra)
                                            

Cercana, amable ciudad,

Paseable aún, distinta,

Como ese otro que yo era.

Lunas de papel, quimeras.

Aún te reconozco, estás,

Perdura tu querencia

De tarde baja y limpio azul,

Bañada con esencia de azahar.

Lentitud en la mirada, cadenciosos pasos

Te arrastran irremediablemente

A algo ya perdido.

El peso de la belleza lastra las pupilas,

Y la luz como un alegre don esclarece.

Te observas cruzando el Viaducto del Pretorio.

Tocas el arrayán de los primeros chalets,

Altas sombras de nogales y cipreses,

Estancias del sosiego fundadas leves

Con nombres de veleros o estrellas, de mujer

(Stela Maris, Aurora o Carmen, Ángela)

Erigidas en el amor por remansos de sierra.

Los perros te ladran.

La prisa es una enfermedad moderna y suicida

Donde todas las tardes muere un transeúnte.

Ciudad transida de nostalgias,

rehén de un río nemoroso.

Azulina resbala en tul sobre la frente,

Seda que te invita a dormir

Cuando destellos y aullidos de ambulancias

Te despiertan y estremecen.

(Es la ciudad con jóvenes mendigos durmiendo

En los cajeros de vidrio de los Bancos,

Otros abandonados en las aceras,

Ya víctimas de sida o desidia.

Mientras, ajenos al drama, paseamos.

Adolescentes en una plaza besándose

Con la espuma bullente de una litrona a los pies)

Vuelvo a estas calles de Córdoba

Como a los brazos de una amante,

Recorro las cicatrices de la separación

Y el sordo laceramiento de los días.

Todo en el recuerdo es más profundo,

Más verdad.

La belleza, magra y dolida encuentras

A pesar de tanto,

A pesar de ella misma, o de ti.

              

jueves, 3 de enero de 2013

Zagal en la huerta





“No llegué a pisar los rebates de una escuela”
"Fui acunado en una hermosa col"
                De "Conversaciones con Alfonso Ariza"


A la sombra rosa de los granados, el niño soñaba rebates de la huerta. Remaches del sueño, astros y cebollas. La sonrisa de los almendros envolvía en papel de acacia. 

La tormenta acumuló piel de limo que Alfonso tatuaba con letras, trazos y sueños. Unas perrillas de latón, unos lápices engrosados con el uso. Y la conciencia del ser. 
Entre coles fue acunado, lucían aves y manzanas. El  niño Ariza blande al sol su espejo roto.