domingo, 27 de noviembre de 2011

FUENTE OBEJUNA


Fotos de Fuente Obejuna


Fuente Ovejuna
(de Lope de Vega. Siglo XVII)


Es un pulso a la muerte.
Todas las manos.
De piedra el manantial celebra,
meliflua cierva, la campana.
La balconada es una brisa de sangre huida.
Bajo la tierra doblega el cielo monedas de cristal.
El aire es limpio y sabe a hogaza y pino.
La noche, río de tonsuradas coronas.
Sacia la herrumbre de una promesa
El terciopelo agridulce de una rosa.
Mi alma arde como precioso paño de lágrimas.
Quedará el escenario de piedra bañado
Por el aire erizado de una hazaña.
Aquí el silencio de miel amable
engarza lunas tantas como ojos de preñada.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Números


¿Dónde están los números?
Se pierden como dedos en el agua.
Los números son equilibristas famélicos
O abultados, pomposos y pesados.
Los números a veces se cansan de vivir,
se disipan en lo cotidiano.
Hay números hasta en la sopa,
Decimales como ojos de sapo
O helados como peces de alquitrán.
Los mueve un escurridizo álgebra
Con los harapos de diminutos arlequines.
Números, los hay ceremoniosos, desgarbados,
Eunucos y parlanchines.
Los hay mudos y solteros,
Con peluca y polifónicos.
Van al cine de dos en dos
Y vuelven de uno en uno.
Los números nacen del pensamiento
De que ser número es utopía.
Van al bar de la esquina y beben,
En el fútbol los distingues por sus apellidos.
Los números son ardientes como saliva
Y muerden como nutrias salvajes.
Los números son ortodoxos y genuflexos,
Intrépidos y cansados, curvos
De vivir sentados o invisibles
de tanto respirar.
Los números, esos números
Son otros números.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Números, entradas, pasen y vean. Saludo al sol


11-11-11 = 100


Quiero dedicar la entrada nº 100 de este blog "CRÓNICAS DE LIMOSA" a la esperanza. 
Son tiempos difíciles, Oh sí, tiempos tan duros, escribía tiempo atrás. Pero la vida es hermosa y los días tienen perfiles donde colgar recuerdos, poner a secar la ilusión como si un daguerrotipo sentimental. Como en un cine de verano donde la película sucede a lo lejos, bajo el lienzo vecinal tal un revivido y bordado en las retinas decorado felliniano de posguerra.

Limosa guarda en arena cremada las cifras y los nombres, los anales dudosos, cervantinos reproches y quebrantos, las edades del verso, los últimos espacios de libertad.
Saludo al sol que espiga y aventa el grano, a la escarcha de huesos que muelen los tejares bajo el tiznado azafrán de tormenta. Saboreo el amarillo triscar de la lluvia por eras recién trilladas cuando regresa desde la infancia. Invoco el suave crepitar de amapolas en la lumbre. Saludo a la vida porque es tan hermosa.



sábado, 5 de noviembre de 2011