domingo, 28 de febrero de 2010

Viaje iniciático




Tras el temporal, inerme
de un largo temblor de cielo.
Al pecho tan dulces cicatrices
de algas y una invisible
caracola al rostro.
Harapos fueron de soledad.
Estela de arenas innúmeras,
el aprendizaje de la memoria
era viaje a la infancia.
Son pasos en el agua, el regreso,
una soledad compartida.
Me desvelaron cantos
lentecidos de sirenas,
leones decapitados,
manumisión en rostros y gestos,
manuscritos,
álgebra de labios ocultos
por estruendos, mentiras y silencios.
Ahora vivo el solsticio,
la luna escalada en un grafiti.
Adornan esta undosa pasta oleica,
rabitos de pasas,
arraigo y certeza.
Serenidad omnisciente.
Celebración en las ruinas.

      Del libro "Extensa clepsidra"



miércoles, 24 de febrero de 2010

Labios de arenisca




Tu saliva de ron y tus labios de arenisca.
Aves del paraíso recorren las palabras,
ondean irisados ojos,
celebran el humo o la cellisca,
el don de las mimosas,
el danzar de las canéforas,
pieles donde vienen a dormir
helechos o almendras.

Jaime Gil de Biedma ("El cuello roto del cisne" 24-I-90)




Jaime Gil de Biedma

Resultado de imagen de Celaya, Blas de Otero, Asunción Carandell, Barral y Goytisolo.
Celaya, Blas de Otero, Asunción Carandell, Barral y Goytisolo.

Muerte por inventariar


También la muerte abate a los poetas. Desgrana horas de silencio, acerca gajos de tiniebla a unos labios ardidos, silentes y profundos como ecos cerrados por inventario. Esos labios ajenos a lo soñado que conforma una vida.

Qué deciros de Jaime Gil de Biedma, fiel representante de la llamada generación de los años cincuenta. La de los hijos adoptivos de una guerra perdida o ganada de oídas. En algunos vivida con hambre y miedo. En otros descubierta en los libros y bajo los almanaques. Delicados altos bebedores de penumbra, pre-hippies a la luna de Madrid o al paipay funicular de Montjuich.

A Gil de Biedma, a Barral, Valente, Ángel González y otros, les cupo el honor de elevar la conversación a poema y viceversa. Ya no escriben sobre el pedestal doctrinario, en que los poetas sociales solían desde su élite fraguada en corpúsculos decimonónicos. A media luz en pisos prestados, con tinta de vietnamita* y olor a pescado, así olía, así lo imagino, el miedo franquista en los debates. Poetas sociales por otra parte necesarios y valientes, admirables.

Esta de Biedma es una poesía humana e impura, revelada y rebelada, sensitiva y carnal, de la experiencia Amparada en el sonido de un cuerpo al ser acariciado. O una hermosa bofetada de desprecio ante el espejo de un joven acorralado por las flores.

Jaime Gil de Biedma nació en Barcelona,1929,  ha fallecido en 1989, ésta es mi esquela cifrada.

Jaime, bienvenido al hueco roto del ascensor. Unos claveles yacen como epitafio del tiempo regalado que es la vida.

M: Rosa León: "Pétalos"


Selección musical del programa:

Soledad Bravo "Canción del elegido"

Luis Eduardo Aute "Las cuatro y diez"

Vainica doble "Roberto querido"

Cuarteto renacimiento "De la dulce mi enemiga"

Ana Belén "Barrio de la Cruz"

Hilario Camacho "Dolores"

Amancio Prada, Georges Moustaki, Vainica doble, Victor Manuel, Serrat...


De los hermanos Goytisolo, Blas de Otero... ( en próximas entradas)


(Programa de "El cuello roto del cisne" en Onda Pasión, dedicado a Gil de Biedma)

* Ciclostil.

jueves, 18 de febrero de 2010

Campos de seda





Seda o música,
líquido cristal
bajo estas colinas de crema
si remansa, conversa y aflora.
Arriba es gasa o túnica
la luz,
si tanto enciela
la luna es otra.


Del libro "Extensa clepsidra"



domingo, 14 de febrero de 2010

Arenas de luz y agua






Lar fluyente, vida, goce es el agua. Moaxaja y cantiga, aljamía, dolora.
Venero y venera, surco y fronda. Lunaria. Música.
Piedra en silencio, tiempo en olvido. Vértigo y espacio. Incensario solar.
Es el lutum amargo y el ludum hebraico, diáspora y semilla.
Lo concreto es arena, sincretismo de fuego.
Azul como el mar es el cielo. Azur de cien azules. Sur de azulina.
Es el rumor del aire un fenicio cristal, una oda blanca a Diosa Caelis.