viernes, 22 de noviembre de 2013

AMOR DORMIDO



Se nos durmió el amor,

No sueñes, mi bien,

Despertémoslo

con rabia y besos.

Si arde la ilusión

En el cometa,

Démosle aliño y luna.

Si las manos se arrugan,

Tersas por besos y saliva,

Naranjos serán en flor.


sábado, 16 de noviembre de 2013

Bestiario andalusí (Sinopsis)



"Bestiario Andalusí"* indaga y recrea una selección de animales pintados y esmaltados por los artesanos califales y andalusíes (siglos X-XI y XII) que sorprenden estéticamente desde su modernidad y abstracción la sensibilidad actual: caballos, pavones, gacelas, grifos...


Diseños que, desde Alfar Wallada, inspiran la mano del polifacético autor José Luis Parra: dibujante, ceramista, articulista, narrador y poeta.
Caben en este "Bestiario" de elegante hechura artesanal: explicaciones técnicas y simbólicas de la cerámica califal que inundó los salones regios de Medina Azahara. Una selección de piezas figurativas reproducidas desde Wallada con 32 fotografías en blanco y negro. Apuntes y notas. También una reedición de dos artículos esclarecedores del autor sobre la cerámica califal, en especial una remembranza de la Magna Exposición" El esplendor de los Omeyas cordobeses" (Medina Azahara, 2001), a modo de catálogo poético detallando las numerosas piezas únicas reunidas para tal evento.


Cerámica, historia, simbolismo y poesía fundidos de forma sugerente y amena en esta publicación singular.




* Edición realizada en conmemoración de los 25 años de Cerámica Califal Wallada (1984-2009)


Edición del autor, 32 fotos blanco y negro. 32 Págs.



De ceramicacalifalwallada.blogspot.com




lunes, 11 de noviembre de 2013

Maria Victoria Grandal



Enterado en la red de la pérdida lamentable de esta profesora  y mujer admirable.
Yo también fui alumno de Maria Victoria. Aunque sólo un curso, en el primer tercio de los años 70, mi ultimo año en el Instituto de La Rambla, antes de trasladarme a Córdoba.
Este corto periodo bastó para incentivar en mi el amor a  la literatura y a la libertad. Recuerdo algunas clases, muy amenas. Una vez representamos un juicio en el aula, para aprender cómo funcionaba la justicia en la incipiente democracia. En otra ocasión, María Victoria se sentó a mi lado, en el pupitre, continuando la explicación. Faltaba en ese tiempo Ramón Ramirez, alumno montalbeño que lidiaba con el consabido latiguillo, ese del perro... De repente se  giró y me pidió perdón por darme la espalda. Tanta educación, cortesía  y delicadeza con un alumno, quizás el benjamín de la clase, no eran corrientes en esos tiempos. Todo esto unido a unas convicciones profesionales, culturales, democráticas, de feminismo y justicia social.
Una profesora y una persona admirables.