viernes, 27 de enero de 2012

Declina Agosto





Resisto estos días sobre un suelo gris

De monótonas baldosas,

Cuando al verano ya se le clarean las sienes

enturbia la voz y el músculo

En aguamaniles de cobre.

Se endulza la gasa nocturna

Con almidones de feria,

Y a la brisa clavetean jazmines

de blanda caricia.

Es la ceremonia carnal del desnudarse

De las abrasadoras certezas del verano,

Desplegar el pañuelo de los presagios

Sobre la tibia tez

Reavivar la consciencia

De que somos para un día no ser,

Apenas nada.

Mientras tanto celebremos

Estos días preciosos.



(Del libro "Extensa clepsidra")

domingo, 22 de enero de 2012

Bajo las ramas de un atardecer eléctrico




El invierno deja verdes y abrumados corazones como pájaros albinos. El invierno tiene la barba blanca y la espalda turbia de ambarinos celajes. Tunicela sobre mares color turquesa. Galgos con estola de espino. Una liebre abrigada en el terruño inicia el suicido de los acentos. Huecos de olivo alimentarán el raso, ceniza de los sueños. Esa escarcha de sangre que acrisolan tórtolas irisadas, zaheridas de impaciencia. Sostienen olivos centenarios pirámides eléctricas. Los últimos cazadores han acotado un cielo tan azul con vencejos de cuero, gavillas, cera y papel de estraza.




viernes, 13 de enero de 2012

ANTENA AL VIENTO




BOCETO INVERNAL
Exteriores. Campiña.
Patio Casa Museo.

Harapos de niebla son caricias de olivo. Tiernas colinas hundidas en la gris madeja de cielo.
Orgullosa estirpe de cardos sobre la tierra, requiebros de soledad.
Dulces jaramagos de flores amarillas licuarán su cristal vencido el próximo verano.
Otra niebla tejen pardas orugas, sobre las hojas multitud.
Respira una liebre en la linde bajo la metálica armazón de las pitas.
Operarios depositaron la pesada estructura en el patio.
Luna a luna, Arcilla cultivaría la corrosión, ensamblaría alas a peldaños de forja, labios en óxido, antenas con viento.



martes, 3 de enero de 2012

Pedro Gimferrer




El Cuello Roto del Cisne.
Sintonía : Elis Regina Cara A nº 1
Programa dedicado a Pedro Gimferrer 6-III-91
Pedro Gimferrer. Barcelona, 1945.

(Breve introducción del programa)
Temprano escogió la poesía como equilibrio y aroma. Su voz lujosa de amatistas, salada en especias, bajo retratos de estudio damascena, cruza los puentes venecianos con paso de comerciante exquisito. Embajador e intérprete de la cadenciosa luz mediterránea enfriada por sutiles mármoles vinosos, dibujada en sanguinas, tan lenta derramándose.
En “Arde el mar” Pedro Ginferrer adopta rasgos leoninos. Venecia, lánguida ruina de la muerte, lo acoge como otro dux. Su frac vuelve de seda bordada en oro con dragones azules de Cipango...

Cosecha

En la vibración del aire, la capilla
del viento, en el reverso de la claridad del día:
la copa de la cúspide de luz,
la cumbre de la noche boca abajo,
el fardo destripado de la niebla en los álamos,
el pendiente del cielo deshilachado: chopos,
chopos en la túnica de la noche vendimiada,
¡tiempo del trigo y el mosto, tiempo de langostas!
Al borde del cielo zumban, en la línea
del horizonte rojo saqueado por el sol,

la osamenta de la noche en llamas.
Al vértice del aire, vivirá el aire,
en el cerco de cúpulas del viento.


Elegía

Morir serenamente como nunca he vivido
y ver pasar los coches como en una pantalla
y las canciones lentas de Nat King Cole
un saxofón un piano los atardeceres en las terrazas bajo los
parasoles
esta vida que nunca llegué a interpretar
el viento en los pasillos las ventanas abiertas todo es blanco
como en una clínica
todo disuelto como una cápsula de cianuro en la oscuridad
Se proyectan diapositivas con mi historia
entre el pesado olor del cloroformo
Bajo la niebla del quirófano extrañas aves de colores anidan.


De Pere Gimferrer - A media voz