jueves, 31 de octubre de 2019

Madre


                                            A Loli Jurado, mi madre


Duermen jazmines en el orujo, labios y sueños.
Este haz de luna ya cárdena luz.
Llora la madre perlas de aceite,
la piel en suaves óleos molturada,
madre rota en las zarzas.
De engarce a la umbría,
nublo en pasas de hondura,
la mirada siembras en el valle,
el vientre es un odre de sangre dura
y atabal en comba de latidos
el flujo de los lirios acomoda.
En yacija de barro implora
sarmientos, pámpanos y uvas.
La madre vive en sus hijos.
Cucharas de estaño en la posada de la sangre.
Trenza el aire la cuerna,
el crepúsculo baña de especias,
la púrpura esquiva el desmayo,
del pecho reticulados brotes
exhalan promesas de olvido.
La penumbra es un dolor que rumia.
Todo inicia en el alba y albada es su morada.
Recuerdo del rosal era una rosa.




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