sábado, 16 de diciembre de 2017
Ruinas (de Medina Azahara). Ricardo Molina.
RUINAS
Poderosa es la fábrica de mármol,
el noble alcázar de almenados muros,
las metálicas puertas, cedro y bronce;
pero más poderoso que el mismo poderío
es el deseo de poder que inflama
con su voraz centella el pecho inerme.
Bella es la íntima cámara labrada
para el amor, la claricorde fuente
que llora y canta en un lugar secreto,
pero más bello aún que la misma belleza
es el amargo anhelo que despierta.
Del alminar, ¿qué queda? Del alcázar,
¿qué queda? Del amor, del poderío,
del deseo, ¿qué queda? Un son de piedra,
un nombre vago y falso, un aire triste.
Del fabuloso cielo las estrellas
cayeron en ceniza, una a una;
en ceniza el amor, el poder, el deseo;
ceniza que dispersa cualquier viento...
POETA ÁRABE
Los hombres que cantaban
el jazmín y la luna
me legaron su pena,
su amor, su ardor, su fuego.
La pasión que consume
los labios como un astro,
la esclavitud a la
hermosura más frágil.
Y esa melancolía
de codiciar eterno
el goce cuya esencia
es durar un instante.
Ricardo Molina
jueves, 30 de noviembre de 2017
La Córdoba moderna del siglo XX, el dilema entre el tiralíneas y la alpargata
Asistimos al dilema entre modernidad y tradición. La Córdoba que pudo y dejó de ser, la que tenemos. Aspiró a dejar atrás la ruralidad, fruto de la tecnocracia desarrollista del franquismo sosegado con Perlan. Asomándose al futuro a través de una vanguardia artística de las que siempre hemos cultivado, en pequeño formato, los cordobeses (senequistas y osados, cosmopolitas desde la humildad).
La Córdoba de amplias avenidas azules que rompieron las murallas antiguas, se dirime entre las vanguardias artísticas y los irisados ocres de la campiña. Verde enriscada del carbón y la mina, al Norte.
Las estrategias comerciales centralistas: Simago, Galerías Preciados (elevada junto a la antigua plaza de toros en Los Tejares). Eran reflejos de Madrid, la capital en miniatura. Aún resisten los cines de pipas, jazmines y tortilla, abiertos a las estrellas con Pepsi. Los más elegantes: Isabel, la Católica, el céntrico Teatro-Cine Góngora. La Cámara de Comercio, atrevimiento de Rafael De la Hoz. Los ostentosos chalets del Brillante. Una Córdoba con aires de modernidad en la que ya se intuía la Libertad que derribó fronteras a la muerte del dictador Franco.
Córdoba, a lo largo de los siglos oscila entre el modernismo y el tipismo rural de postal. El turismo asoma colorista (recibidos con el tableteo dulce del organillo y su organillero, que bien merecen algún tipo de homenaje), en los aledaños de la Mezquita. Turismo estético patrimonial impulsado por el alcalde Antonio Cruz Conde. Pero qué más colorista y típico, que un turista en los últimos años 60, primeros 70, donde la Córdoba enjuta, anticuaria remozada de arabescos, elevaba hoteles con glamour a la categoría de los sofisticados americanos que llegaban desde el lujo marbellí, rebosantes de dólares.
domingo, 12 de noviembre de 2017
El vuelo escindido / The Splitted Flight
El vuelo escindido
Hoy los huesos juncos alancean un atardecer de lápiz.
Hoy ya no puedo volar, alas de cera por unas rodillas de barro tan seco.
Soy un corredor de sueños, paseante sobre el paraíso de tus mejillas.
El mar es para andarlo del revés, para bebérselo a pasos lentos sin migrañas de anaquel
(o dúplices biografías calibradas con sales de baño).
Hoy tengo los pies planos y no sé nadar. Voy como esos peces pintados en aires turquesa
Bajo los sellos de una tumba egipcia.
Mis ojos serán topacios, azabache mi pelo, mi alma de coltan no cotiza en el mercado.
Los antílopes duermen bajo la luna.Tengo la lengua en brasas bajo el té de la impaciencia.
Mi vida es lo único que tengo y ésta podría encender la luna, apagar el sol a dentelladas.
Mi vida sin alas vuela alto.*
*Publicado en "Insólitos.Caminando por el lado salvaje de la literatura". Antología de poesía en la red del poeta Joaquín Piqueras
Hoy los huesos juncos alancean un atardecer de lápiz.
Hoy ya no puedo volar, alas de cera por unas rodillas de barro tan seco.
Soy un corredor de sueños, paseante sobre el paraíso de tus mejillas.
El mar es para andarlo del revés, para bebérselo a pasos lentos sin migrañas de anaquel
(o dúplices biografías calibradas con sales de baño).
Hoy tengo los pies planos y no sé nadar. Voy como esos peces pintados en aires turquesa
Bajo los sellos de una tumba egipcia.
Mis ojos serán topacios, azabache mi pelo, mi alma de coltan no cotiza en el mercado.
Los antílopes duermen bajo la luna.Tengo la lengua en brasas bajo el té de la impaciencia.
Mi vida es lo único que tengo y ésta podría encender la luna, apagar el sol a dentelladas.
Mi vida sin alas vuela alto.*
*Publicado en "Insólitos.Caminando por el lado salvaje de la literatura". Antología de poesía en la red del poeta Joaquín Piqueras
lunes, 30 de octubre de 2017
Qué traerán estas nubes
Caminos. Foto JLP
Qué traerán
estas nubes a su paso.
Qué estela de vacío
caerá sobre nuestros corazones
tan cansados; si duros, secos
como nueces.
Si albero eres de conciencia.
(2003)
jueves, 12 de octubre de 2017
Luna en canastillo II
La luna en un canasto.
Vendrá la luna con su obsceno nácar.
El viento romperá esos labios tendidos
como ropa de verano.
El cielo de Troya en tus manos.miércoles, 30 de agosto de 2017
RUEDA DE ALFARERO
La rueda, en su eterno girar
centrifuga el dolor del mundo.
Moldea los cuerpos el fuego.
Con pulso y tino
trasmutan su sangre en vidrio,
su carne en polvo.
Y éste sí que es eterno alfarero.
(83)
sábado, 19 de agosto de 2017
miércoles, 19 de julio de 2017
La noche
Reivindica la noche, su manto vivo
de estrellas.
Rescata azaleas de los ojos febriles,
encandila tus sueños al espacio propicio de
libertad.
La llama acuñada en rebeldía por los tajamares
hermosos
donde
la vida dibuja certezas y olvidos.(96)
lunes, 26 de junio de 2017
Lances
No hay lances de amor sin duelo,
rastro de besos sobre la arena.
Sólo queda un vago perfume a mar
por las terrazas. Y una luna inmensa,
sin nombre.
(Años 80)
martes, 7 de febrero de 2017
Turista del interior
Respiras sentado
hasta acompasar la espalda a una milenaria columna del patio. Acoplado al fuste, eres un adorno pasajero
del entorno. Aquel que mira desde el fondo,
treinta y cinco años después. Soñador a mediados de los años setenta cuando este país comenzaba a latir. La vida en vísperas ya sabía del dolor y la breve inquietud de no saber aún los pasos de tu destino.
treinta y cinco años después. Soñador a mediados de los años setenta cuando este país comenzaba a latir. La vida en vísperas ya sabía del dolor y la breve inquietud de no saber aún los pasos de tu destino.
Vuelves herido
por el tiempo, los ojos romos por la lentitud del aire. Algo menos azules de
pintar oasis, rellenar con ovas los perfiles de extasiados pavones, équidos al trote, liebres con araka, gacelas fecundas y regios leones. Navegar con
esmaltes ríos del paraíso, dinamizando cúpricas letras en cartelas como neones de cerámica,
incesantes. O reverdecer flores de loto con eremíticas, espinosas hojas de acanto.
Estos naranjos
son los mismos con los que embelesaba la mirada de mi juventud, a pesar de los
treinta años congelados en la retina. El agua de las fuentes es la linfa de tu
memoria.
Patio de Los Naranjos, 2013
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