Escultura del dios Mitra M A Córdoba
La cárdena almadraba de herrumbre fastuosa. La de pupilas de cromo y
lengua en carena. La que roba a los vivos para agasajar a los muertos. La
testaferra. La arpía. La que bruñe y restaña los bacines de las tabernas. La
que apaga con vino verde los hachones en las posadas. La que infunde el
sacrificio venal de los pesebres. La gata demorándose entre limones. La que
orina betún en zarzas de esparraguera, nutriente o salvífica rezuma y en el croar de ranas planea. La impoluta bordadora de sudarios.
La trasplantada de Ategua, enigmática pulidora de teselas, sanadora de estigmas
y bubas con hierbas y raíces. La que acaricia y duerme el olivo y confía sus
cuitas a los vencejos que penetran como un cuerpo la arenisca. La que maquilla
de arcilla sus pómulos de arista; en sal y óleos entumece el incandescente
almiar de aroma, riesgo y sombra. La mitraica, la que bebe del cuello sangrante
de un toro, muele astas de semental para el agasajo común de las esposas.